
En esta obra, Moya Pons reflexiona sobre los métodos y enfoques de la historiografía. Examina cómo los historiadores construyen narrativas y cómo los contextos influyen en la interpretación de los hechos. Busca dar respuesta a por qué la historia no es solo una recopilación de datos, sino una disciplina crítica y explicativa. Es un texto de teoría histórica que conecta el pasado con el análisis científico.